La década de las 'flashmob'
"Es la cosa más sorprendente que he visto en mi vida". Éste fue el comentario más repetido entre los viajeros que, en la estación Central de Nueva York, se encontraron de repente con más de 200 personas haciendo de estatuas, como congeladas. Era 2008, la escena formaba parte de una 'flashmob' y la reacción era la más común cuando alguien veía por primera vez una movilización colectiva de estas características. Pero, después de una década desde su aparición, ¿sigue intacta su capacidad para sorprender o han perdido
Causas y escenarios
En su origen, eran una forma de protesta, sobre todo política. Pero con el tiempo han evolucionado y ahora sirven tanto para una campaña publicitaria como para que los fans de cantantes se junten para rendir su particular homenaje y, de paso, dar rienda suelta a sus ganas de bailar. Las 'flashmob' se realizan en espacios públicos, como centros comerciales, plazas céntricas de las ciudades, parques, estaciones de trenes y aeropuertos o ante edificios de instituciones políticas o bancos.
"La gente ha aprendido a organizar acciones colectivas con personas con las que nunca antes había orfanizado nada y en lugares donde nunca antes se habían atrevido a hacer nada. Surge así un nuevo tipo de manifestación, no siempre pacífica o democrática", indica Rheingold.
Nacieron como acciones reivindicativas y, todavía hoy, se utilizan para denunciar injusticias, abusos y otras causas. Por ejemplo, varias ciudades han organizado 'flashmob' para denunciar lo que está ocurriendo en Siria:
Pero las que más impacto tienen son aquellas que se hacen en estaciones o aeropuertos. Entre las más famosas se encuentra la actuación en la estación de tren de Liverpool (2009), una campaña publicitaria de T-Mobile, que luego ha repetido experiencia en Heathrow.
"Las 'flashmob' son una parte de nuestra estrategia de marketing. Para que sea perfecta tiene que parecer espontánea, aunque en realidad está todo muy organizado. Es más difícil de lo que parece. Contactamos con tiempo con personas a las que les gusta cantar y bailar, que son nuestros 'embajadores ocultos' y, si todo sale bien, como estaba planeado, el momento es único y el impacto que conseguimos también", reconoce a ELMUNDO.es Christian Fischer, responsable de comunicación de la compañía Deutsche Telekom AG.
En la lista de las 'flashmob' más famosas siempre se cuela la de la estación de tren de Antwerp en Bélgica. Y las de algunos aeropuertos, como el de Dubai.
Musicales y eventos familiares
Los fans de los musicales y de las coreografías han encontrado una vía de escape en estas actuaciones. Seguidores de Michael Jackson, Beyoncé o Lady Gaga, entre otros, se organizan a través de la red para copiar los bailes de sus ídolos.
Este tipo de manifestación también sirvió a los Black Eyed Peas para pedir la candidatura de Chicago como sede olímpica, además de apra dejar ojiplática a la mismísima Oprah Winfrey: Al fenómeno también se han apuntado series de éxitocomo 'Glee' o 'Modern Family', que además de incluirlas en los capítulos las usan para promocionar las nuevas temporadas.
Incluso hay grupos que se han especializado en organizar este tipo de eventos, como Improve Everywhere, que han ido un paso más lejos y han creado otra clase de 'flashmob', más allá de las contestatarias o musicales. Son los creadores del día sin pantalones o del espejo humano.
Y, al contrario de otros fenómenos, que van de lo pequeño a lo grande, de lo personal a lo global, en el caso de las 'flashmob' ha ocurrido al revés y donde realmente están de moda en la actualidad es en los eventos familiares, como las bodas y las graduaciones.